• abril 19, 2024

¿Somos lo que comemos? y ¿Lo que bebemos?

 ¿Somos lo que comemos? y ¿Lo que bebemos?

¿Somos lo que comemos? 

En Revista Explora, creemos que sí, ¿y tú? ¿qué piensas?

Comenzamos con una sección dedicada a la alimentación saludable. Semana a semana publicaremos una serie de artículos sobre este tema. Los contenidos variarán en torno a propuestas de nuevos hábitos, conceptos de nutrición y otros temas que nos pidáis en los comentarios. 

Este primer artículo lo dedicamos a las bebidas refrescantes que consumimos. Y si eres de refrescos, puede ser interesante para ti.

Y ¿Somos lo que bebemos?

Si hiciéramos una encuesta en la calle sobre la importancia que tiene la alimentación en nuestro bienestar, seguro que todo el mundo afirmaría que la calidad de nuestros alimentos repercuten directamente sobre nuestra salud.

Sin embargo, no comemos tan sano como nos proponemos. Son muchas las tentaciones a las que hay que enfrentarse a diario, y la industria alimentaria se las sabe todas y nos pone demasiadas trampas.

Pero también es cierto que al final reconocemos lo que es bueno y solamente necesitamos hacer un plan para adquirir buenas costumbres, poniéndonos objetivos alcanzables, como suelen decir los coaches.

Hoy te proponemos un objetivo que puede mejorar mucho tu alimentación: elimina los refrescos de tu dieta.

Apostamos a que si te decimos por qué no son buenos, te sabes todos los motivos: mucho azúcar, colorantes, etc. Pero ¿por qué seguimos bebiendo refrescos? Estas son algunas de las razones por las que los pasillos de bebidas dulces de nuestros supermercados ocupan tanto espacio y están tan a la vista.

  • En nuestra nevera, los refrescos suelen estar muy a mano. Es abrir el frigorífico y ahí encuentras las latas, con sus brillantes colores y sus letras juguetonas. La solución: no tengas los refrescos en el frigo, guárdalos en el armario y si no puedes pasar sin uno, tómatelo con hielo o déjalo enfriar en el momento de tomártelo. Ambas acciones restarán comodidad al gesto de coger lata, o botella frías. Poco a poco perderán su toque de inmediatez que te engancha. 
  1. Nos producen adición, mientras más bebemos más queremos.  Pues es que en realidad, tanta azúcar te da más sed, por eso es fácil que después de uno te bebas otro. Si eso te ocurre, antes de beberte el refresco, tómate un vaso de agua. Al terminar habrás saciado tu sed y te sentirás más contenta.
  2.  No sabemos qué pedir cuando salimos de terrazas. Esta es la más fácil de solucionar: un té frío con hielo puede sustituir al refresco industrial y te quitará más la sed. El agua con gas con un buen gajo de limón también es muy refrescante y no tiene azúcar.
    Si tú tienes alguna sugerencia interesante, nos encantaría conocerla, puedes escribirlo en comentarios.
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En fin, pensamos que estas tres ideas son fáciles de poner en práctica y conseguir reducir la cantidad de refrescos que consumimos semanalmente. 

Si quieres tener más información sobre estas bebidas, te recomendamos 3 artículos 

El comidista: Seis motivos para dejar los refrescos para siempre.

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2017/10/17/articulo/1508254823_377370.html

Dietistas nutricionistas: ¿Puede un refresco ser saludable?

 

Sabervivir.es Refrescos: ¿Son peligrosos para la salud?    

https://www.sabervivir.es/nutricion-y-cocina/saber-comer/refrescos-son-peligrosos-para-la-salud

 

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